Día mundial de la lucha contra la malaria. Patarroyo y Pedro Alonso dos nombres enfrentados


El pasado 25 de abril de 2009 se celebró en todo el mundo el Día Mundial de la Lucha contra la Malaria. El autor de Voces del desierto tuvo opción de conocer y entrevistar en varías ocasiones al colombiano Manuel ElKin Patarroyo y a su entonces discípulo, el epidemiologo del Clinic Pedro Alonso.  Durante más de 20 años, el autor de esta web -aún sigue en ello- ha investigado la «sucia» historia en la busqueda de una vacuna contra la enfermedad palúdica.

La Organización Mundial de la Salud estableció el 25 de abril como Día Mundial de la Lucha contra el Paludismo, una enfermedad que afecta anualmente a más de 500 millones de personas, causando la muerte de aproximadamente un millón de seres humanos. El continente más afectado por el parásito de la malaria (plasmodium) transmitido mediante la picadura del mosquito anofeles hembra, es el africano. En él, se registran el 90 por ciento de los casos de esta enfermedad.

Hubo un tiempo en que el epidemiólogo del Clinic Pedro Alonso y el investigador Manuel Elkin Patarroyo fueron grandes amigos. Sin embargo, «misteriosamente» el español se «deshizó» del colombiano, quedándose con la millonaria subvención que la AECI le proporcionó para ensayar la Spf66 en cinco páises y con el Centro de Salud de Manhiça (Mozambique) creado a instancias de la reina Sofía -tras ser galardonado Patarroyo, con el Premio Príncipe de Asturias- para este menester.

Un preparado “secreto” del ejercito USA, para boicotear la vacuna antipalúdica de Patarroyo

Contra la interesada propaganda oficial, la única vacuna que proporciono resultados satisfactorios demostrando protección y seguridad en los individuos receptores, fue la Spf66 del Premio Príncipe de Asturias colombiano Manuel Elkin Patarroyo.

También fue su tozudez y negativa a aceptar los dictados lucrativos de las multinacionales farmacéuticas, la que llevo a cestas -encabezadas por la potente industria norteamericana- a establecer una alianza estratégica para apartarlo del panorama palúdico internacional. La falta de candidatas frente al -por ese entonces- avanzadísimo antídoto colombiano llevo a multifinanciar y publicar el desarrollo de la RTS,S (hasta ese momento un proyecto secreto del ejercito de EEUU destinado a proteger a sus soldados en misiones internacionales).

Un preparado que tras mas de 30 años de ensayos no había cosechado mas que fracaso tras fracaso, habiéndose administrado directamente desde el tubo de ensayo a media docena de marines voluntarios de la Fuerzas Armadas de EEUU. Tanto que su principal impulsor: el coronel Ripley Ballou tras administrársela, se dejo infectar por la picadura del mosquito, llegando a bordear la muerte por las fiebres palúdicas causadas por el parásito. Son las conclusiones obtenidas tras casi 20 años de investigación y análisis por el autor de Voces del Desierto.

RTS,S unos resultados “fraudulentos” con efectos secundarios, cada vez peores y con mas desertores

Mientras sus verdaderos resultados se han ido ocultando sistemáticamente o aportando informaciones fragmentadas que favorecían a la RTS,S, el tiempo ha continuado verificando la ineficacia de semejante potingue recombinante, cuya primera molécula nació hace casi medio siglo en el laboratorio neoyorquino de la prestigiosa malariologa Ruth Nusenzweigg.

Desde entonces, muchas cosas han pasado, y muchos de sus impulsores (participantes en la estrategia para descalabrar al colombiano Patarroyo) se han ido apartando del proyecto (el mas significativo el del ex coronel Ripley Ballou, quien para impulsar su “vacuna” dejo el ejercito para fichar por Glaxo Smith Klaine GSK, y hace un par de años abandono la multinacional para dirigir el Programa de Malaria de la Fundación Bill y Melinda Gates). El ex militar norteamericano ya no quiere saber nada del epidemiólogo español. También, entre sus antaño aliados que hoy reniegan del doctor Alonso se encuentran Adrian Hill de la Universidad de Oxford y Lauren Remier del Instituto Pasteur. Una información totalmente desconocida y silenciada permanentemente por Glaxo.

Por cierto, permitirme citar un detalle. Una entrevista con el doctor Peter Goodfellow (Vicepresidente de Investigación de GSK) publicada en El País (25 de junio de 2003), declaraba en titulares sobre su multinacional: “hemos decidido centrarnos en la síntesis química para buscar fármacos” (método de Patarroyo): En todos sus departamento, salvo en el regido entonces por ex coronel Ripley Ballou destinado a la investigación de la vacuna de la malaria RTS,S donde imperaba la metodología recombinante.

Algunos “meritos” desconocidos del epidemiólogo del Clinic Pedro Alonso

Pero nada supuso impedimento para que EEUU se saliera con la suya. Ni siquiera el conocimiento de sus promotores -entre ellos el epidemiólogo del Clinic Pedro Alonso, premiado el pasado año con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional- de sus gravísimos efectos secundarios (muerte lenta celular, apoptosis. Ver: http://www.nodo50.org/tortuga/Vacuna-contra-la-malaria-Se-sabe) que sus impulsores siempre han ocultado deliberadamente en sus publicaciones.

Entre los otros meritos antipalúdicos reales del Dr. Alonso están: haberse derivado a Mozambique el dinero que la cooperación española destino al ensayo de la Spf66 del doctor Patarroyo en tres paises de América Latina y otros dos de África, venderse a EEUU a cambio inyecciones millonarias para la Fundación Clinic procedente del imperio, y haberse erigido en Director del Centro de Salud de Manhiça -en este país- creado en 1996 a instancias de S.M. la reina doña Sofía por la cooperacion española “para el desarrollo de la spf66 y nuevas generaciones de la vacuna del Dr. Patarroyo”, como textualmente rezan las memorias de esa institución, tras convertirse en el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica  mas joven de la historia.

Mucha ambición y dinero convencieron al epidemiólogo español para desacreditar y descalificar a su maestro colombiano, a quien realmente debe la mayoría de lo que actualmente tiene. Desde entonces, por “algunos motivos”, asociarle a Patarroyo, se convirtió para el en un estigma.

Dia Internacional contra la Malaria y mi biografía de Patarroyo

Durante casi dos decadas he investigado la historia del juego sucio en el desarrollo de un antídoto contra la malaria. Conozco a Patarroyo y a Pedro Alonso. Estuve en el centro del primero en Colombia y también en el del segundo en Barcelona. Otra curiosa coincidencia fue que los edificios y equipamiento del primero fueron embargados por la misma entidad financiera española -el BBVA- que al mismo tiempo comenzó a sufragar los proyectos del segundo.

Soy autor del libro: “Patarroyo, pasión por la vida” aparecido en 2002 gracias al rigor y empeño de mi entonces desconocida -y hoy muy querida amiga gallega Eva Villaverde- y la iniciativa del editor Eduardo Riestra y su sello Ediciones del Viento. Para mi fue muy grato saber que mi manuscrito compitió muy reñidamente por el primer premio en el concurso organizado por la Casa de las Ciencias de La Coruña, nada menos que con el presentado al mismo por el director del Museo de las Ciencias de Valencia Manuel Toharia. Sobre los detalles de este proceso y otros avatares habrá tiempo de sobra para hablar en Voces del Desierto.

Pese a su tirada de 5000 ejemplares, la mayor parte de los medios -especialmente prensa escrita- con inserciones publicitarias del BBVA silenciaron ampliamente su aparición. Afortunadamente hubo algunas emisoras de radio y televisiones “de izquierdas y de derechas” que nos dedicaron amplio espacio a mi como autor y a Patarroyo como verdadero protagonista.

Fueron más de diez años buscando editor, y casi dos décadas de trabajo, que me han aportado un valioso archivo e impagable conocimiento sobre la sucia, deshonesta y desleal historia en la búsqueda de una vacuna contra la malaria.

Pero hoy es el Día Internacional Contra la Malaria y siempre entramos en guerras de poder y nos olvidamos de los más desfavorecidos. Los que cada año enferman y mueren por esta mortal y cruel enfermedad. Existen cuatro tipos de plasmodium (malaria) siendo el falciparum (especialmente) y el vivax, los causantes del mayor numero de muertes en el mundo. La lucha contra la malaria es uno de los principales Objetivos del Milenio marcados por Naciones Unidas.

Demanda urgente de millones de victimas que anualmente mueren por malaria

Millones de personas continúan demandando una vacuna contra la malaria. Esta muy bien el uso de “toldillos impregnados con insecticidas para la lucha contra el paludismo” (titulo de la Tesis Doctoral del doctor Alonso, evaluada por los mismos profesores Marcel Turner, Gef Target y Brian Greenwood que unos meses antes estuvieron en el Clinic abriendo los códigos de su ensayo con la Spf66 de Patarroyo -sin presencia colombiana- en menores de un año. Un experimento cuyos resultados se difundieron públicamente en un Congreso organizado por EEUU, antes de ser publicados -como marcan las pautas de la ciencia- en ninguna revista científica internacional

Tambien es importante el uso de artemisina y remedios paliativos contra la plaga paludica.

Pero lo fundamental para quienes la sufren es el hallazgo de una vacuna preventiva contra la enfermedad; algo que, no parece demasiado rentable para las multinacionales farmaceuticas.

Esta misma semana, el  21 de abril, Patarroyo (www.fidic.org.co) visitaba y saludaba a la recién incorporada como nueva Directora de la AECID, Elena Madrazo. Fechas antes la Biblioteca Nacional organizo una exposición sobre la malaria, cuyo conferenciante principal fue el epidemiólogo Pedro Alonso. Son algunos de los prolegómenos previos a la reunión del Fondo Mundial de lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria, que se celebrara en Cáceres a mediados de la próxima semana (30 de marzo al 1 de abril).


Javier Julio García Miravete

Escribo luego existo. Me apasiona la cultura y soy un empedernido luchador contra la injusticia y la corrupción. Admiro la sabiduría de los demás y a cuantos crean para la construcción de un mundo mejor. No me duelen prendas para reconocer en los demás méritos y virtudes, que me gustaría aprender de ellos. Soy un rebelde con causa siempre abierto a nuevos caminos y empresas. Periodista amante de la ciencia, el arte, la literatura, la fotografía, el cine, la música, el coleccionismo, los libros y papeles antiguos que me permiten reconstruir perfiles e historias de otros tiempos. Sueño con proyectos magníficos que me desbordan y que no logro activar por desintereses políticos. Desde aquí impongo mis normas sin someterme a protocolos. Escribo lo que quiero como quiero e intento ser libre.

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