Clara Stauffer. La espía falangista engañada y despechada por el píloto nazi Walter Oesau


“Del canalla que engañó y hundió a mi tía Clarita solo recuerdo que se hacía pasar por un héroe de la aviación alemana que se llamaba Kurt Oesau”. Enrique Mahou Stauffer (mayo 2013).

Se refiere a Walter Gulle Oesau (junio 1913- mayo 1944) comenzó su carrera operativa con la Legión Cóndor, en abril de 1938. En la Guerra Civil Española donde obtuvo 9 victorias, volando 130 misiones de combate. Fue herido en este conflicto recibiendo la Medalla de la Campaña y la Medalla Militar. Además, estuvo entre las 28 personas condecoradas con la Cruz Española con espadas en Oro y Diamantes. Continuó su trayectoria como piloto de la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial. Murió en acción el 11 de mayo de 1944, a la edad de 30 años.

Contrajo matrimonio con Clara Sofía Stauffer Loewe (21 Mayo 1904, 4 Octubre 1984) cuando ella contaba con 38 años (aproximadamente en 1942). La engañó, sacándola todo el dinero que tenía con el pretexto de comprar una propiedad en Argentina. Allí se marchó, sin dar señales de vida. Ella viajó para encontrarle y descubrió que tenía mujer y familia (se había casado con la dueña de una librería). Sabida su localización volvió a desaparecer.

Hija del gerente de la Fábrica de cervezas Mahou, Clara Stauffer Loewe, fue educada en Alemania, hablaba varios idiomas, tocaba el piano y era una consumada ajedrecista. Persona muy activa, además, participó en el ambiente deportivo del Madrid de la preguerra en el Club Alpino Español, junto a otras pioneras. Destacada nadadora, ganó la emblemática Travesía de la Laguna de Peñalara en 1931 y fue activa esquiadora hasta los años 40. Su amor era la Sierra Madrileña, y su verdadera afición la nieve; donde iban los jóvenes pudientes para aprender a esquiar.

GRAN DEPORTISTA Y ENTUSIASTA DE ADOLF HITLER A QUIEN CONOCIÓ EN ALEMANIA

Clara pronto se relacionó con las nuevas corrientes políticas españolas que observaban con interés en España lo que construía Alemania. Hizo amistad con José Antonio Primo de Rivera, y después con su hermana Pilar. Acabó siendo lugarteniente de ésta en la Sección Femenina de Falange. Hasta 1935 fue Delegada de Prensa y Propaganda -ayudada por la nacionalsocialista malagueña Carmen Werner- enlazó Sección Femenina con Alemania nazi, a través de sus organizaciones benéficas; y creó estrechos vínculos con la Italia fascista.

De 1936 a 1939 varias delegaciones de la Sección Femenina realizaron tres viajes a Alemania y un viaje a Italia; mientras diversas comitivas de organizaciones femeninas nazis conocieron la España franquista. En 1937, durante uno de ellos, encabezado por la andaluza visitaron instalaciones de las Juventudes Hitlerianas cerca de Darmstadt y asistieron al Congreso del Partido Nazi en Nuremberg.​

En 1940 Clara Stauffer desempeñaba la labor de Auxiliar Central de la Sección de Propaganda y Prensa del Consejo Nacional de la Sección Femenina de la FET y de las JONS. El 20 de Febrero, el rotativo ABC la mencionó como invitada por la Embajada de Alemania para inaugurar su nuevo domicilio.

En fecha 1 de octubre la Sección Femenina clausuró su primera campaña de lucha contra la mortalidad infantil estrenando Nuestra Misión, una pieza propagandística de 20 minutos dirigida por Fernando Alonso Casares, con Hans Scheib como director de fotografía, Eduardo García Maroto como montador y Clara Stauffer como jefa de producción. Sin concluir aún ese mes (ABC Andalucía, 22 octubre) la Junta de Recompensas de Falange, le concedió la “Y” de plata individual “por su abnegación y sacrificio ofrendados a los ideales del movimiento”.

APROVISIONANDO MATERIAL Y EQUIPOS EN EL CAMPO DE PRISIONEROS DE NANCLARES DE OCA

Amiga de Pilar Primo de Rivera, fue miembro de la Sección Femenina de Falange. Durante la Guerra civil, Primo de Rivera la puso al frente de la oficina de Prensa y Propaganda de la SF. Como Delegada de Prensa, fue enlace de la Sección Femenina con la Alemania nazi a través de sus organizaciones de beneficencia. Desde su juventud fue una entusiasta simpatizante nazi, y de hecho en las paredes de su despacho tenía los retratos de Hitler y Mussolini junto a los de Franco y José Antonio Primo de Rivera. Stauffer, que viajaría a mediados de 1943 a la Alemania nazi junto a Pilar Primo de Rivera, durante y tras la Segunda Guerra Mundial, participó en las redes de ocultación y refugio de perseguidos nazis conocidas como ratlines (líneas de ratas). Las líneas de ratas o ratlines por su nombre en inglés, eran sistemas de escape para nazis y otros fascistas que dejaban Europa a finales de la Segunda Guerra Mundial tras la derrota de los países del Eje. Estas rutas de escape terminaban generalmente en paraísos seguros en Sudamérica, particularmente en Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Chile, Perú y Bolivia. Una de estas líneas de ratas, era administrada por ODESSA (Organisation der ehemaligen SS-Angehörigen, «Organización de ex miembros de las SS»), gestionada por Otto Skorzeny.

Durante la guerra civil Clara Stauffer trabajó intensamente recaudando fondos y organizando viajes a Alemania para obtener apoyo. Parte de esta labor la desarrolló en Hamburgo en compañía de otras dos pioneras del auxilio social: Mercedes Sanz y Carmen de Icaza. Esta experiencia le sería sumamente útil para la misión que pondría en marcha en los meses finales de la segunda guerra mundial, destinada teóricamente a ofrecer ayuda, ropa y comida a decenas de civiles y militares alemanes refugiados en España.

Clara Stauffer canalizó este trabajo a través de la asociación alemana de beneficencia (Dt. Hilfsverein), fundada años atrás por la colonia alemana en España, y que desde 1939 había sido integrada en la Nationalsozialistische Volkswohlfahrt (NSV) o protección social nacionalsocialista, la única agencia asistencial autorizada en el III Reich. Su actividad se intensificó tras la caída de Francia en 1944 y la entrada en España de centenares de soldados alemanes.

Pero la ayuda humanitaria no era el único propósito que movía a esta alemana emprendedora. Clara Stauffer también proporcionaba documentos falsos, ayudaba a fugitivos y facilitaba su salida de España hacia Latinoamérica. Así lo decían los informes aliados, convencidos de su importante responsabilidad en varias fugas de alemanes buscados por el CCA.

Viajaba constantemente al campo de prisioneros de Nanclares de Oca para llevar artículos de primera necesidad, servir como traductora y llevar y recoger correspondencia. Todo lo centralizaba desde su gran piso del número 14 de la Calle Galileo de Madrid, convertido en un improvisado almacén, donde se apilaban ordenadamente envíos completos de botas de goma, camisas, mantas, pantalones, calcetines, guantes, chaquetas y periódicos alemanes. Contaba con más de 120 atuendos completos.

Era ropa con la que los soldados alemanes que atravesaban los Pirineos presionados por los avances aliados podían ir tirando. Mientras se organizaba la huida. A América del Sur. Preferentemente Argentina, en colaboración con su Cónsul en Barcelona -y también con ayuda del diplomático Alfonso de la Serna (hijo del periodista Víctor de la Serna), Director de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores- para embarcar a desertores y prófugos hacia Buenos Aires. Era la famosa Organización Odessa, aquella que, con paso por España, permitió saltar el Atlántico a cientos de criminales nazis.

CASADA CON EL AVIADOR NAZI WALTER GULLE OESAU QUIEN LA ARRUINÓ Y DESPECHÓ, CON OTRA MUJER EN BUENOS AIRES

Su posición jerárquica en Falange (primero en Auxilio de Invierno, luego en Auxilio Social, y después en Prensa y Propaganda) y contactos en las altas esferas franquistas, permitían a Clara Stauffer llevar estas prendas a Vitoria y acceder a Nanclares de Oca, donde la dictadura ordenó concentrar a los refugiados alemanes prisioneros llegados a España. Fue en esas instalaciones penitenciarias dónde Clara Sofía Stauffer Loewe, la hija mayor del maestro cervecero de Mahou, conoció al multicondecorado piloto nazi y héroe de guerra Walter Gulle Oesau (apodado Kurt), quien la cautivó con su impresionante historial militar. Pronto se hicieron inseparables en sus misiones. Tenían ideologías similares y defendían intereses comunes. Ambos compartieron apasionantes estancias deportivas en Peñalara, como demuestran las imágenes recuperadas en exclusiva que ilustran este reportaje. Clara y Walter intimaron hasta tal punto que el aviador nazi propuso matrimonio a la falangista. Entre sus planes de pareja estaba adquirir alguna propiedad en Buenos Aires. La falangista era una mujer adinerada. Su marido le pidió dinero para desplazarse a Sudamérica con objeto de localizar un terreno y convertirlo en su futuro hogar.

“En España se casó con un famoso aviador de cazas alemán preso en Nanclares de Oca, que había derribado montones de enemigos. Se llamaba Walter Gulle Oesau (28 de junio de 1913-11 de mayo de 1944). Le hubiera gustado tener un hijo. Clara, con la ayuda económica que recibía del régimen de Franco (casi en la Jefatura del Estado), le consiguió los papeles para salir en secreto de España y establecerse en Argentina. Él le pidió todo su dinero para comprar alguna propiedad en Buenos Aires. Cuando lo obtuvo desapareció de su vida”, según relató a este redactor su pariente diplomático Enrique Mahou Stauffer.

Con este pretexto el héroe de guerra nazi puso rumbo al país andino. Pero el tiempo pasaba, y Clara no recibía noticias suyas. Entre sus objetivos estaba localizar y encontrar a su marido en Argentina.“Allí encontró su pista. Walter Oesau era un aventurero y allí se había casado con una chica que tenía una librería (a quien habría hecho el mismo fraude). Cuando tuvo noticia de esta búsqueda el aviador alemán desapareció nuevamente”. “Clara se compró una finca en Argentina donde estuvo dos o tres años. En este tiempo conoció a Eva Perón”, recuerda Mahou.

Madrid durante la Segunda Guerra Mundial resultaba apasionante. A partir de 1944, empezó a escucharse con insistencia el nombre Hilfeverein. Una organización secreta que dispensaba amparo legal a nazis en apuros asistiendo a los fugitivos, buscándoles trabajo y otorgándoles una falsa identidad. Allí estaba Clara Stauffer.

Odessa fue organizado por Stauffer, con centros en Roma y Madrid. En España, estuvo impulsada por Otto Skorzeny (catalogado por los aliados, como el hombre más peligroso de Europa), quien alardeaba de haberse metido en la cama con la mandataria argentina Eva Perón. La Fundación Evita Perón fue la tapadera y camuflaje perfecto del oro nazi, tras la segunda guerra mundial. Skorzeny era corpulento, tenía marcas y cicatrices de sable en la cara de su etapa como duelista, en la fraternidad donde ingresó. Le importaban poco las mujeres. Tuvo una hija, y se separó de su mujer.

PROTAGONISTA DEL ÚLTIMO LIBRO DE ALMUDENA GRANDES. LOS PACIENTES DEL DOCTOR GARCÍA. ESPAÑA PARAISO DE CRIMINALES DE GUERRA NAZIS

Según explicó Almudena Grandes (tras la publicación de “Los pacientes del Doctor García”) Clara Stauffer, tercera en la Sección Femenina, contaba con la complicidad de la iglesia católica (y del Vaticano) que le regalaba partidas de bautismo para hacer pasaportes. En España existía registro civil desde el siglo XIX pero no se usaba. La gente bautizaba niños y con esas partidas elaboraban documentación. Todos los nazis que fundaron la SARE de Perón, entraron en Argentina con pasaporte español.

En el invierno de 1944, cuando Sefton Delmers, redactor del Daily Express accedió a su domicilio madrileño en la calle Galileo, Clara reconoció que prestaba ayuda a alemanes huidos -(excepto comunistas)- recibiendo apoyo de las autoridades españolas; habiendo colaborado en el traslado de varios personas a Argentina. El periodista contaba como fuente a “Rodack”, un fugitivo nazi llegado a España con pasaporte expedido por Cruz Roja Internacional (CRI) y visado español. En Madrid fue documentado para huir a la República Dominicana. Todos los documentos, se los había facilitado la organización de Stauffer. La información fue publicada en el rotativo británico el 23 de enero de 1945, y dos días después radiada íntegra por la BBC. La noticia tuvo difusión internacional, propiciando petición de explicaciones desde diversas Embajadas, que obligaron a intervenir oficialmente al Ministro de Asuntos Exteriores Martín Artajo, aseverando su falsedad y tachando el reporte de “crónica fantástica”; sin que el gobierno español abriera al respecto investigación alguna.

Los primeros 43 “refugiados” nazis oficiales llegan a España a finales de 1945, amparados por la UNRRA (United Nations Relief and Rehabilitation Administration), burlando el espíritu filosófico con que nació la asociación. No obstante, clandestinamente habían entrado ya muchos.

El Teniente Coronel de la SS Adolf Eichmann logró salir de nuestro país gracias a la organización de Stauffer, ayudado por la Embajada Argentina en Madrid y su Consulado en Barcelona. Eichmann fue responsable de la solución final en Polonia y también del transporte de deportados a campos de concentración alemanes durante la segunda guerra mundial. En una imagen publicada en exclusiva por este medio, aparece Clara Stauffer en Buenos Aires con el agente de inteligencia alemán Rolf Vogel, enviado por el servicio secreto alemán a seguir el juicio de éste, tras ser abordado y detenido en Jerusalén cuando el genocida, con documentación falsa proporcionada por la falangista, viajaba en un barco con destino a Argentina.

Según la recuerda su sobrino diplomático Enrique Conrado Mahou Stauffer (residente entre Marbella y Santiago de Chile), con quien este redactor conversó en varias ocasiones, Clara era una persona que un fin de semana bien podía beberse una botella de coñac. Medía 1,62 metros y era delgada, rubia, con cejas y pestañas blancas. Tenía unos rasgos totalmente germánicos. “Hubo un destacado falangista que tuvo una posición contraria a Franco (antifranquista). Clara Stauffer era amiga suya. La posición de José Antonio Primo de Rivera fue incluso socialista, pero el franquismo la desvirtuó porque no interesaba a sus objetivos. Esto perjudicó la carrera política de Clara Stauffer, quien tuvo mejor amistad con él, que con su hermana Pilar. También fue muy amiga de Muñoz Grandes, Jefe de la División Azul”..

RECLAMADA POR LOS ALIADOS PARA SER EXTRADITADA A ALEMANIA Y CASO OMISO DEL REGIMEN FRANQUISTA

En 1947, tras la II Guerra Mundial fue la única mujer reclamada por el Consejo de Control Aliado al Ministro de Asuntos Exteriores, Alberto Martín-Artajo; como responsable de una red de fuga hacia Sudamérica que ayudó a más 800 alemanes perseguidos. En Falange, fue Delegada de Prensa, enlace de la Sección Femenina con la Alemania nazi a través de sus organizaciones de beneficencia. Clara Stauffer aparecía en un informe elaborado en junio de 1947 por Jordana, el encargado de negocios británico en Madrid como directora de un entramado de captación de dinero y medios para ayudar a refugiados y evadidos alemanes a escapar rumbo a América Latina. El Servicio de Inteligencia Británico incluyó su nombre entre los 107 que conformaban la lista de los agentes nazis más buscados y que las autoridades de Franco debían detener y entregar al nuevo gobierno alemán (RFA) para su posterior juicio. “Clara Stauffer. Urdidora de una red o Hilfsverein secreto para la fuga desde Europa hasta Sudamérica de fugitivos nazis huidos de Alemania tras el fin de la guerra. Está trabajando actualmente para proveer a súbditos alemanes de documentación falsa, ayudándoles a encontrar ocupación, etc.”. Una petición expresa de los Aliados, que jamás surtió efecto. Se defendió alegando que fue obligada por la Gestapo. El «Informe Howard» de 1947 es el documento que proporciona una idea más precisa de la opinión que Clara Stauffer merecía a sus adversarios: «El más importante y peligroso episodio en este momento es el creciente apoyo de una parte de la comunidad alemana a una organización que podría considerarse como el germen de un extendido y secreto movimiento de resistencia nazi.»

«Su misión oficial es administrar los fondos destinados a los alemanes más necesitados y propiciar la liberación de reclusos de esa nacionalidad detenidos en España. Sin embargo, sabemos que sus auténticos objetivos son bien diferentes. Si no organiza las rutas de escape de alemanes evadidos, al menos es evidente que está en estrecho contacto con quien lo hace.» «Esta organización se encarga de la recepción, alojamiento, trabajo, documentación y protección de aquellos que entran clandestinamente en España. La responsable de este grupo es una mujer con doble nacionalidad alemana y española, íntimamente relacionada con la Falange y una nazi fanática.» «Recibe apoyo económico de varios hombres de negocios alemanes y tiene una considerable influencia sobre numerosos oficiales de policía y dirigentes de la Falange.» Para la etapa final de la huida, Stauffer contaba con la colaboración del cónsul argentino en Barcelona, quien preparaba los documentos necesarios para que los protegidos de ambos pudieran embarcar con destino a Buenos Aires.

Al final de la segunda guerra mundial, la embajada británica y la norteamericana en España intentaron infructuosamente la extradición de Clara Stauffer a Alemania occidental, conscientes de la dificultad que entrañaba tras haber adquirido la nacionalidad española, para evitar su deportación. Fue la única mujer incluida en la última lista de busca y captura presentada por el CAR: «una de las organizadoras de un «Hilfsverein» secreto». Clara llegó recorrió América Latina, visitando Bolivia y otros destinos, y llegando a Buenos Aires el 16 de diciembre de 1948.

AMIGA DEL ABOGADO ARGENTINO ANIBAL D´ANGELO RODRIGUEZ Y DE SU MADRE MAGDA IVANISSEVICH, BENEFACTORES DE ALEMANES HUIDOS

Mediaba octubre de 1949 cuando Clara viajó a Lima (Perú) y otros países Latinoamericanos con Pilar Primo de Rivera y un grupo de Coros y Danzas español. El 22 de julio de 1949 contrajo matrimonio en Buenos aires Hugo Marcone, con Elena (Chirichi) D´Angelo Rodríguez Ivanissevich (hermana del abogado Aníbal D´Angelo Rodríguez Ivasnissevich (1927) casado con Virginia y padres de 12 hijos). Ambos hijos de Magdalena Ivasnissevich Defilippis, hermana de Oscar, Ministro de Educación de Perón). Entre los invitados a este enlace estuvo la falangista española, coincidiendo en el evento con Eva Duarte de Perón y el pintor Benito Quinquela Martín. La hija del maestro cervecero de Mahou tuvo una gran amistad con Magda Ivasnissevich.

La apertura de los archivos de Migraciones ordenada por el ministro del Interior sacó del silencio a Aníbal, relatando cómo su madre intercedió para que el criminal de guerra belga Jean-Jules Lecomte (quien desembarcó el 16 de mayo de 1947 con ficha de identidad española presentado como el holandés Jan Degraaf Verheggen) se radicara en el país, y se “enorgulleció” de “salvar” junto a ella, afirmó que “intervine en muchos casos más a pesar de tener por entonces sólo 19 años”.

Descubierto, el 30 de julio de 2003, Aníbal D´Angelo envió una carta a Sergio Kiernan Director de Página/12 confirmando que filonazis argentinos ayudaban a entrar criminales de guerra. Inculpándose él y a su propia madre de esta acción: “En efecto, mi madre y yo contribuimos a salvarlo de los ‘libertadores’ (…). Conozco e intervine en muchos casos más a pesar de tener (…) 19 años.

A finales de 1949 habían entrado en España de forma clandestina 3.496 alemanes. De ellos, 2.056 habían salido del país; 1.111 estaban en libertad vigilada, bien por estar empleados en diversos trabajos o bien por haber garantizado su situación personas «de solvencia»; en el campo de Nanclares de Oca había 136 alemanes internados; y en diversas cárceles 193 alemanes, pendientes de ser conducidos. El acceso al campo de internamiento no estaba abierto a todos, siendo necesario contar con buenos contactos y permitiendo -desde varios años antes- que Clara Stauffer, pudiera visitar a los refugiados.

Surgieron en ocasiones problemas e incidentes derivados de “la conducta, no siempre plausible, de estos grupos, integrados con frecuencia por personas inadaptadas a un régimen de trabajo y disciplina por ellas olvidado o desconocido”. Uno de estos casos exigió la intervención del Ministerio de Trabajo: se trató de las denuncias formuladas por Clara Stauffer, “quien con exageración evidente alegó que los alemanes contratados por Construcciones Civiles S. A. para las obras del pantano de Zadorra, en la provincia de Álava y por la Empresa Portoles, S. A. de Zaragoza, trabajaban en condiciones inhumanas”. Como resultado se sancionó a la primera porque descontaba a los obreros refugiados cuotas por Seguro de Enfermedad y Montepío, “cuando (…) no podían beneficiarse, por precepto de la Ley, de ninguna de las dos Instituciones”, imponiéndola una revisión de salarios y el pago del plus preceptivo por jornada nocturna. Las acusaciones contra la segunda se mostraron infundadas y sólo ajustadas en lo concerniente a servicios de higiene. (Informe de M. Troyano de los Ríos, Ministerio de Trabajo, Dirección General de Trabajo, Sección de Trabajo de Extranjeros, para el Subsecretario del Ministerio de Trabajo, 22 febrero 1954).

ORGANIZADORA DE LA RED ODESSA CON AYUDA DEL CORONEL DE LA SS OTTO SKORZENY

1951 Clara Stauffer dirigió una red clandestina que ayudó a 800 criminales de guerra a burlar la justicia internacional. Se encargaba de entregar documentación falsa a espías y ciudadanos alemanes necesitados que pasaban por Madrid para luego ayudarles a pasar la frontera.

En su casa estuvieron muchas veces personajes como el famoso militar alemán Coronel Otto Skorzeny, (Waffen-SS) quien liberó a Mussolini en 1943, reduciendo a los aviadores que le custodiaban en el Hotel Campo Imperatore. Era un gigantón aventurero con la cara partida por sablazo. También en numerosas ocasiones la visitó el austriaco Leon Degrelle. Skorzeny y Degrelle tenían una especie de rivalidad. Degrelle declaró en ABC que Alfredo Mahou de la Fuente era su mensajero con José Antonio Primo de Rivera.

De regresó a España. Durante muchos años Clara Stauffer trabajó en el Ayuntamiento de Madrid, como interprete de alemán. Fue ella quien tradujo al español la obra de Karl Martín Bolte “Deutsche Gesellschaft im Wandel” (la sociedad en transformación), publicado en 1970 por la Editorial Euroamérica.

Con 70 años Clara Stuffer ganó el campeonato de Natación de Veteranos. Travesía de Peñalara. Y quedó la segunda en el Campeonato de España de Esquí para veteranos. Ese mismo año, 1974 estuvo entre los firmantes y asistentes al homenaje dispensado en un hotel madrileño al escritor Felipe Ximenez de Sandoval, por la sexta edición de su obra “José Antonio, biografía apasionada”.

 Clara Sofía Stauffer Loewe falleció en Madrid en 1984, a la edad de 84 años.


Javier Julio García Miravete

Escribo luego existo. Me apasiona la cultura y soy un empedernido luchador contra la injusticia y la corrupción. Admiro la sabiduría de los demás y a cuantos crean para la construcción de un mundo mejor. No me duelen prendas para reconocer en los demás méritos y virtudes, que me gustaría aprender de ellos. Soy un rebelde con causa siempre abierto a nuevos caminos y empresas. Periodista amante de la ciencia, el arte, la literatura, la fotografía, el cine, la música, el coleccionismo, los libros y papeles antiguos que me permiten reconstruir perfiles e historias de otros tiempos. Sueño con proyectos magníficos que me desbordan y que no logro activar por desintereses políticos. Desde aquí impongo mis normas sin someterme a protocolos. Escribo lo que quiero como quiero e intento ser libre.

4 comentarios en «Clara Stauffer. La espía falangista engañada y despechada por el píloto nazi Walter Oesau»

  • el 30 mayo, 2018 a las 4:50 pm
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    Bull. Absolute bull. Whoever this «Kurt Oesau» was, was not Walter Oesau. Walter died in 1944; there is no way he would be in Argentina in 1949. Nor was he in Spain in 1942; he was operational on the Western Front. I have photographic proof of his death. I see no photographs of Clara and him together in your collection; only separate ones.

    I am his biographer and nothing I have in my nearly 15 years of research points to ANY kind of this sort of thing happening.

    I am truly sorry what happened to Clara, but Walter Oesau was not part of it.

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  • el 19 julio, 2018 a las 8:13 pm
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  • el 5 diciembre, 2021 a las 10:47 am
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    Interesante artículo, pero dice Ud. que «en España existía registro civil desde el siglo XIX pero no se usaba. La gente bautizaba niños y con esas partidas elaboraban documentación».
    Eso es totalmente incorrecto. Mis abuelos nacieron hacia 1890 y por supuesto que estaban inscritos en el registro civil.
    Otra cosa distinta es el valor de prueba de las actas de los archivos parroquiales. Y pienso que que posiblemente se referirá a que con una partida de bautismo podría generarse una inscripción en el registro civil (los diferentes concordatos con la Santa Sede solían dar un tratamiento privilegiado a las actas emitidas por la iglesia católica) y de ahí generar una documentación de identidad.

    Respuesta
  • el 13 diciembre, 2021 a las 1:47 am
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    Interesante artículo, pero dice Ud. que «en España existía registro civil desde el siglo XIX pero no se usaba. La gente bautizaba niños y con esas partidas elaboraban documentación».
    Eso es totalmente incorrecto. Mis abuelos nacieron hacia 1890 y por supuesto que estaban inscritos en el registro civil.
    Otra cosa distinta es el valor de prueba de las actas de los archivos parroquiales. Y pienso que que posiblemente se referirá a que con una partida de bautismo podría generarse una inscripción en el registro civil (los diferentes concordatos con la Santa Sede solían dar un tratamiento privilegiado a las actas emitidas por la iglesia católica) y de ahí generar una documentación de identidad.

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