Exclusiva: Ceuta galardona a Patarroyo tras su magistral ponencia en la madrileña Casa de América


Pocas fechas después de su brillante ponencia en la madrileña Casa de América, que sirvió como Conferencia Magistral para la inauguración -el pasado 7 de octubre- del Festival Viva América 2009, el Premio Príncipe de Asturias Manuel Elkin Patarroyo vuelve a ser noticia tras haber sido galardonado -por unanimidad del jurado- con el Premio a la Convivencia “Ciudad Autónoma de Ceuta”, por su «descubrimiento de la vacuna contra la malaria y su negativa a vender o ceder la patente a las multinacionales farmacéuticas y ceder la misma a la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidenciando pensar en el bien y no en el beneficio personal». Voces del Desierto publica en exclusiva la carta remitida al científico el pasado 19 de octubre por la Consejera de Cultura del Gobierno ceutí y Presidenta de la Fundación María Isabel Deu del Olmo (PP), comunicándole el dictamen emitido por el jurado tres días antes.

Esperanzadoras “vacunas químicas” donadas “para beneficio de la humanidad”

Tras una magistral conferencia pronunciada en la Casa de América, que sorprendió a propios y extraños con sus importantes avances contra la malaria y el virus del papiloma humano (VPH), el científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, Premio de Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1994, daba el pistoletazo de salida a la tercera edición del Festival VivÁmérica 2009.

Aunque la ponencia expuesta en el anfiteatro Gabriela Mistral, versaba sobre “el desarrollo de las nuevas vacunas”, Patarroyo ilustró a un auditorio abarrotado con parte de sus hallazgos y avances en la obtención de una formula matemática para el desarrollo de vacunas químicas contra el plasmodium falciparum (malaria) y cáncer de cervix (VPH).

Entre las personalidades asistentes se encontraban la Secretaria de Estado de Cooperación Internacional Soraya Rodríguez (quien en su presentación aseguró <<conocerle>> por primera vez físicamente en este acto), el embajador de Colombia en España Carlos Rodado Noriega, la ex presidenta de la AECI Ana-María Ruiz Tagle, el director del Instituto de Parasitología y Biomedicina “López Neira” de Granada Manuel Carlos López, el embajador en misión especial Fidel López, el ex embajador de España en Colombia Yago Pico de Coaña y la Directora General de la Casa de América Inmaculada Turbau, entre otras muchas personalidades y representantes de instituciones culturales, académicas y de la Cooperación Española.

En una magistral conferencia que duró cerca de dos horas el investigador colombiano ilustró sobre sus avances en una formulación matemática universal para el desarrollo de vacunas químicamente hechas. Un antídoto que preguntado por su “biógrafo” en España y editor de Voces de Voces del Desierto, pretende administrar en una sola dosis, para evitar la dispersión poblacional y dificultad de los tres pinchazos tradicionales en los poblados africanos, principales destinatarios de sus patentes. Con ese propósito el Patarroyo lleva ya varios años trabajando con un grupo de investigación de la Universidad del País Vasco. Además, durante un encuentro privado Pararrayo avanzó a este reportero que “el experimento en monos con la nueva Colfavax (Colombia Falciparum Vaccine) está prácticamente concluido”, y le reveló de forma confidencial la fecha en que comenzará los ensayos en humanos con este nuevo y perfeccionado producto “sobre cuya eficacia en micos ya no tengo ninguna duda”.

Una vez más, interrogado por un periodista de la Cadena Ser sobre si volverá a donar las patentes que obtenga en su laboratorio el investigador colombiano, respondió: “Resulta bastante evidente e incuestionable. Investigamos con dinero público, por tanto no tiene ningún sentido que pongamos nuestros descubrimientos en manos privadas y nos lucremos con ellos… La respuesta es SI”.

Premio a la Convivencia 2009 “Ciudad Autónoma de Ceuta” “por beneficiar a los más desfavorecidos”

Pero, la gran sorpresa, la recibió el científico el pasado día de 16 de octubre, cuando los promotores del XI «Premio Internacional de Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta», le comunicaban que -por unanimidad del jurado- el galardón de este año ha recaído en su persona.

Al premio, que se concede anualmente a «una persona o institución de cualquier país cuya labor haya contribuido de forma relevante y ejemplar a mejorar las relaciones humanas, fomentando los valores de justicia, fraternidad, paz, libertad, acceso a la cultura e igualdad entre los hombres», concurrían una docena de candidatos.

El jurado estuvo integrado por Luis Moratinos, director del Instituto Cervantes de Tetuán (Marruecos), Darío Marimón -elegido presidente-, coordinador de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo con sede en Sevilla, Sony Vhasdev, representante de la comunidad hindú, y José Luis Grimaldi, representante de la Cámara de Comercio

“El jurado ha acordado por unanimidad conceder el Premio Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta en su undécima edición a don Manuel Elkin Patarroyo Murillo por su descubrimiento de la vacuna contra la malaria y su negativa a vender o ceder la patente a las multinacionales farmacéuticas donándola a la Organización Mundial de la Salud y consecuentemente con ello beneficiar a los más desfavorecidos a los que va dirigida”. Con estas palabras, Darío Marimón, coordinador de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, daba a conocer el vencedor de este año. A la hora de emitir este dictamen, se tuvo en cuenta “la internacionalización de su ayuda” al haber favorecido con su descubrimiento, a múltiples pueblos donde la enfermedad es más acuciante, y “su negativa a vender la patente que evidencia ese carácter no lucrativo y de pensar en el bien que hace su trabajo y no en el beneficio”.

Además de Marimón, el jurado estuvo formado por el director del Instituto Cervantes en Tetuán Luis Moratinos, la consejera de Educación, Cultura y Mujer y presidenta de la Fundación Premio Convivencia Mabel Deu (PP), la representante de la Comunidad Hindú Sony Vhasdev,  y el representante de la Cámara de Comercio José Luis Grimaldi.

El científico colombiano se lleva un premio consistente en una escultura de la artista ceutí, Elena Álvarez Laverón, “símbolo representativo y distintivo del galardón” y una dotación económica de 50.000 euros; cogiendo el testigo cedido por la Fundación Miguel Gil Moreno -organización que lleva el nombre del fotógrafo fallecido cuando realizaba su labor profesional- premiada el pasado año.

Anteriormente, el galardón recayó al ex presidente Adolfo Suárez, el misionero fallecido hace unos meses Vicente Ferrer, la asociación Mensajeros de la Paz, el escritor Dominique Lapierre, el pueblo de El Salvador, el pueblo de Madrid, la Asociación Víctimas del Terrorismo de España, el economista Muhammad Yunus y el maestro Daniel Baremboim.

De este modo, la Consejera de Cultura del Gobierno ceutí y Presidenta de la Fundación Premio a la Convivencia “Ciudad Autónoma de Ceuta” María Isabel Deu del Olmo (PP), lo expresó el pasado 16 de octubre en rueda, y así se lo comunicaba al científico tres días después en una emotiva carta reproducida en esta web, a la que ha tenido acceso en exclusiva Voces del Desierto. Un nuevo galardón a su interminable colección de reconocimientos internacionales, concedido “por su descubrimiento de la vacuna contra la malaria y su negativa a vender o ceder la patente a las multinacionales farmacéuticas y ceder la misma a la Organización Mundial de la Salud (OMS) evidenciando pensar en el bien y no en el beneficio personal», según el acta del jurado.


Javier Julio García Miravete

Escribo luego existo. Me apasiona la cultura y soy un empedernido luchador contra la injusticia y la corrupción. Admiro la sabiduría de los demás y a cuantos crean para la construcción de un mundo mejor. No me duelen prendas para reconocer en los demás méritos y virtudes, que me gustaría aprender de ellos. Soy un rebelde con causa siempre abierto a nuevos caminos y empresas. Periodista amante de la ciencia, el arte, la literatura, la fotografía, el cine, la música, el coleccionismo, los libros y papeles antiguos que me permiten reconstruir perfiles e historias de otros tiempos. Sueño con proyectos magníficos que me desbordan y que no logro activar por desintereses políticos. Desde aquí impongo mis normas sin someterme a protocolos. Escribo lo que quiero como quiero e intento ser libre.

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