Poesía para la reconstrucción de Chile: Voces del Desierto desvela un poema inédito de Pablo Neruda


El pasado 18 de marzo, un grupo de poetas y artistas se dieron cita en Madrid para apoyar con sus poemas, sus palabras y sus canciones, a los damnificados por el seísmo que el pasado 27 de febrero devastó gran parte de Chile.

Al acto asistió el escritor, poeta, diplomático y asesor cultural de la Embajada de Chile en nuestro país, Sergio Macias Brevis, acompañado por su esposa. Fueron numerosos los autores y poemas que se sumaron a este evento, cuya “voz cantante” corrió a cargo de la cantautora Clara Ballesteros, interpretando temas de Violeta Parra y Nicolás Guillén.

Voces del Desierto estuvo allí. Fue la primera vez que el autor de esta página recitaba un poema en público. Lo hizo para contribuir solidariamente desvelando en exclusiva, el inédito de Pablo Neruda “Carta para la Victoria”, cuya historia -hasta entonces  desconocida (MARIA HERNANDEZ: LA LOCUTORA DESPEDIDA POR LEER UN NERUDA PARA SALVADOR ALLENDE)- anticipó esta web en mayo de 2009. Una nueva “exclusiva mundial”que -como no podía ser menos- brindo también a todos mis lectores.

Poesía para la Reconstrucción. Una preciosa iniciativa poético solidaria en favor de Chile

No suelo utilizar facebook, pero hace escasas fechas recibí una invitación, para este acto solidario, de mi amiga -la polifacética intelectual- Clara Ballesteros.

Un grupo de poetas había organizado el recital poético musical POESIA PARA LA RECONSTRUCCION en un pub del madrileño barrio de Malasaña, para recaudar fondos destinados a ayudar a las víctimas del terremoto acaecido en Chile el pasado 27 de febrero. Clara sabía “algo” de mi pasión por Chile y muy especialmente por Pablo Neruda. Además, iba a ser ella quien pusiera “la voz cantante”

Decidí contactar con los organizadores, y ofrecerles como aportación algo -para mí excepcional- que guardaba desde hace bastante tiempo para otro menester (un futuro libro). CARTA PARA LA VICTORIA, un poema inédito y desconocido del Premio Nóbel Chileno, escrito en Valparaíso el 20 de agosto de 1964, durante un acto en favor de la candidatura presidencial de Salvador Allende.

Estaba el último de la lista entre una larga de magníficos creadores, pero Fernando Sabido -uno de los organizadores- decidió ponerme en segundo lugar, tras el sensacional escritor chileno Sergio Macías Brevis, Asesor Cultural de la Embajada de Chile (http://www.sergiomaciasbrevis.es), con quien tuve el honor de coincidir y compartir mesa.

Tras el intelectual y diplomático chileno Sergio Macías. Nerviosismo y emoción

Mi ansiedad por la emoción que me producía ser la segunda persona en la historia en leer públicamente este texto, sumada a mi desmesurado nerviosismo y considerable temor escénico, me pusieron al borde de generar un pequeño “incidente diplomático” con el intelectual chileno, que ambos saldamos con buen sentido del humor. Asistió al acto, acompañado por su mujer, y apoyado en un bastón para paliar sus molestias lumbares y cervicales. Pedimos una consumición y me pidió “ayuda” para trasladar la bandeja a la mesa. Al llegar serví primero a su mujer, luego a él y por último coloqué sobre la mesa mi vaso de agua mineral; que con mi patosa habilidad, de un codazo derramé “casi” sobre Macias. Humorísticamente, le pedí que nunca me contratara como “ayudante” para estos menesteres. Esta claro, que lo de camarero no es lo mío.

Mi tensión aumentó, no sólo porque -gustosamente- tuve que reducir mi guión previsto y escrito, sino por mi elevada estatura, inexperiencia escénica (primera vez) y un micrófono “poco colaborador”, que me ayudaron mucho a desordenar mi “chuletario”.

El primer participante fue Sergio Macías Brevis, con una experiencia internacional en tablas de toda una vida. Un intelectual a quien pude escuchar recitar en el homenaje que hace algunos meses le brindó la Casa de América, y a quien bastante tiempo atrás, en su despacho en la Embajada mostré -entre algunas otras piezas de mi colección nerudiana- el manuscrito que me disponía a leer en este acto. Un escritor de la máxima talla, frente a un debutante, quien -quizá lo vea así por la admiración que le profeso- una vez más hizo gala de su impresionante calidad política, intelectual, humana y poética.

Una historia y un poema: la locutora chilena María Hernández y Pablo Neruda

Menos mal, que la guitarra y la voz de la cantautora Clara Ballesteros -a quien hacía tiempo que albergaba bastantes deseos de escuchar en directo y cuya trayectoria descubriréis próximamente en Voces del Desierto- coparon ese pequeño escenario poético, dulcificando con sus melodías una “constructiva” velada poética donde todos los asistentes pusimos a Chile en nuestros corazones.

Cuando el periodista de Radio Nacional de España Manuel Ferreras, me llamó en segundo lugar, por la cantidad de asistentes y la estrechez del pasillo, irrumpí al escenario prácticamente como “un elefante en una cacharrería”. Justifiqué ante los asistentes mi presencia, procediendo a leer la biografía de la locutora chilena María Hernández, tal como la publique en www.vocesdeldesierto.es el 6 de mayo de 2009 (http://www.vocesdeldesierto.es/voces/index.php?option=com_content&task=view&id=40&Itemid=28), mi única antecesora en leer públicamente este poema.

Fernando Sabido (http://fernando-sabido.blogspot.com), el peruano Giovanni Collazos (http://gio-collazosc.blogspot.com) -organizadores del evento-, y otros asistentes, me pidieron fotografiarse con los dos folios del original nerudiano para colocarlo en sus blogs y en facebook. Páginas éstas, que hoy reproduzco íntegramente conocimiento de todos y deleite de mis lectores.

Con mi mayor solidaridad para el pueblo de Chile, “declamé” orgulloso y muy nervioso, esta CARTA PARA LA VICTORIA, cuyo contenido (que deberá incluirse en una futura edición de las Obras Completas de Pablo Neruda), escrita en Valparaíso el 20 de Agosto de 1964 para apoyar una acto político a favor de la candidatura presidencial de Salvador Allende, que hoy aportó a mis lectores en rigurosa exclusiva mundial.

CARTA PARA LA VICTORIA

Hasta cuando en la patria florida
da el padre una vida y el hijo otra vida
sudando y sudando
recibiendo miseria y harapos, es esa su suerte
La única tierra que alcanza
a ser propia, es la tumba de la muerte.

El pueblo, sufriendo, hacia abajo la Patria redonda.

Hasta cuando dejamos que sigan las cosas así, les pregunto:
¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando la madre su sueño sagrado desvela?
Su niño no tiene remedios ni leche, ni escuela
hasta cuando aceptamos que vivan las madres de Chile llorando
esperando el final de esta larga cadena de amarga injusticia y hostil desacato?

¿Hasta cuando los pies campesinos pisando las piedras irán sin zapatos?
Mi pregunta es muy corta señores, señoras,
pregunto, ¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando el chileno parchado y zurcido?
¿Hasta cuando el chileno que implora porque no ha comido,
ni tiene trabajo, está viejo y no sabe dónde irse arrimando?

¿Hasta cuando el chileno no sabe con qué pagará esta semana?
¿Ni sabe si puede pagar el arriendo mañana?
¿Es posible que viva el chileno sin saber dónde va y hasta cuando?

¿Hasta cuando el minero se juega la vida y la muerte entre las explosiones
y no tiene más premio a sus sueños que aquellos terrones
que va socavando,
mientras tanto su vida se acaba
y la piedra su mano socava
para que atrás construyan mansiones con el sudor negro que su sombra dejó en los carbones.
Hermanos, pregunto: ¿hasta cuando?

Yo te digo, chileno, chilena de la agricultura, de las oficinas,
empleados, empleadas, maestros, maestras, varones de libros o minas
¿De quién es la Patria?. De los que trabajan o de los que esperan mirando
que el pueblo desnudo y sombrío
camine con hambre y con frío?
¿Hasta cuando?

¿Hasta cuando desangran a Chile los filibusteros
o falsos cristianos que el único Dios que respetan se llama dinero?
Chilenos, ahora es la hora en que debes decir de una vez en voz alta y cantando
si deben seguir esas cosas así, y hasta cuando?

De ti compañero depende, de ti, compañero
que el pueblo de Chile levante por fin su bandera
de ti compañero depende
que cambie la vida de todos y la libertad verdadera
alumbre la patria y levante las cejas de la primavera.

Ahora es la hora de Chile y Allende.
Ya no hay ¿hasta cuando? Es la hora, la hora.
De ti compañero depende
que siga la noche de Chile o despunte la aurora.

De ti compañero depende que cambie la Historia
y demos al pueblo y a Chile por fin la Victoria”.

Pablo Neruda.

Para María Hernández con una (flor de cinco pétalos).
20 Agosto 1964. Valparaíso.


Javier Julio García Miravete

Escribo luego existo. Me apasiona la cultura y soy un empedernido luchador contra la injusticia y la corrupción. Admiro la sabiduría de los demás y a cuantos crean para la construcción de un mundo mejor. No me duelen prendas para reconocer en los demás méritos y virtudes, que me gustaría aprender de ellos. Soy un rebelde con causa siempre abierto a nuevos caminos y empresas. Periodista amante de la ciencia, el arte, la literatura, la fotografía, el cine, la música, el coleccionismo, los libros y papeles antiguos que me permiten reconstruir perfiles e historias de otros tiempos. Sueño con proyectos magníficos que me desbordan y que no logro activar por desintereses políticos. Desde aquí impongo mis normas sin someterme a protocolos. Escribo lo que quiero como quiero e intento ser libre.

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