Armando Villegas: un artista y prestidigitador de los sueños


Ayer se conocía la noticia sobre la nominación del artista peruano-colombiano Armando Villegas (Pomabamba, 5 de septiembre de 1926) para Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013. Su  labor pictórica abarca más allá del abstracto y el expresionismo, pasando por el arte figurativo. Villegas constituye actualmente el principal referente del realismo fantástico en América Latina.

De la mano del Instituto de Cultura Hispánica en 1964, trajo su retrospectiva a nuestro país. En 1981 colgó sus cuadros por segunda vez en Estados Unidos. Tres años después, lo hizo en Suiza. En 1990 entró en Asía mostrando su obra en Corea del Sur. En 1992 sus lienzos estuvieron en ARCO (Madrid). Luego siguieron exposiciones en Japón, y en muchas otras partes del mundo.

Visiones de un cóndor. Primer abstracto premiado en Colombia

Visiones de un Cóndor I -primero de los cuatro volúmenes que conforman su trayectoria- reúne en quinientas páginas, más de dos mil imágenes de su extensa obra. “Las alturas siempre son solitarias. En la cordillera de los Andes se recrea la sombra del cóndor causando asombro. La del hombre es tan sólo una pequeña pluma al viento”, escribe Armando Villegas. “En mi tierra veía diariamente volar cóndores, colibríes y distintas aves”.

“Mi raíz es de origen indígena en una parte y por otra soy mestizo. Pesa bastante el origen. Tanto que todavía conservo el quechua, mi lengua materna. Pomabamba significa <<región de los pumas>>” continúa este incansable creador.

“Al radicarme en Colombia he explorado todas las posibilidades y debo a este país lo que soy, en todos los sentidos. Siempre que voy a Perú traigo la memoria de mis antepasados. Lamentablemente, están separados por el Amazonas, y eso nos distancia un poco” confiesa con nostalgia.

“Tuve una etapa abstracta bastante extensa. En 1958 vine a un Concurso Nacional de Pintura que se celebraba en Colombia. Como no me había nacionalizado, no tuve oportunidad de ganar el primer premio, pero si obtuve el segundo. Fue el primer cuadro abstracto que se premió en Colombia”.

“En la figuración exploro el realismo fantástico. Todas mis imágenes -asegura- vienen o van en la memoria. Son puramente imaginarias. Mis guerreros son nobles, nunca han hecho mal y carecen de instrumentos para herir. Cada una de mis obras lleva implícita una característica especial, ninguna se parece a la otra. El camino del artista creador es ilimitado porque nunca encuentra el punto final de su destino”.

Candidato a Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013

“Soñar despierto es facultad del verdadero creador”. Con su nominación para el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2013, Armando Villegas asegura sentirse maravillado.

“Tener mi nombre al lado de personajes con quienes siquiera soñaba, no puede más que producirme una sensación muy profunda de gratitud”, asegura este veterano creador de raíces indígenas, a quien en septiembre de 1993, César Gaviria otorgó la nacionalidad colombiana.

“Nunca he entrado en competencia con nadie. Simple y humildemente he trabajado siempre con decisión y propiedad”, afirma tajantemente.

“Mi ritmo de trabajo ha sido sólido, contundente, de calidad. Un artista debe ser un permanente investigador, crear posiciones en el arte y no seguir solamente una línea. Siempre hay que intentar buscar algo nuevo. Y eso es lo que encierran las páginas de mi catálogo”.

“Lo simple es lo más bello que existe. El color de la fantasía esta integrado por los tres colores primarios: amarillo, rojo y azul. Me seducen los ocres porque están sumergidos en la esencia precolombina: son colores de la tierra, de la raíz. Dios creó el mundo en siete días y el hombre descubrió los siete colores para así crear su propio mundo”.

He ahondado mucho en la teoría del color, para convertirlo en algo motivador. En mis cátedras siempre he insistido en la importancia de impregnar las obras de cromatismo, estudiando y analizando la trayectoria de muchos otros artistas.

“No me defino dentro de ninguna corriente. Soy un artista libre, singular, versátil, visionario, filósofo y un apasionado investigador, que intenta motivar trasladando a mis lienzos todas las emociones de belleza que encierra la existencia humana”, asegura Armando Villegas.

Un estudio repleto de sueños, de vida y de proyectos

“Afortunadamente he sido muy estudioso. He aprendido y perfeccionado las distintas técnicas y posibilidades expresivas. Y me lanzado a la aventura con decisión, para ver qué resultados daban esos experimentos. Llevo toda mi vida investigando. Mi estudio es un taller repleto de sueños y de vida. Cuando lo mandé edificar el arquitecto me dijo que con qué iba a llenarlo. Con el correr del tiempo se quedó pequeño, y ahora tengo que aprovechar cualquier interciso para colocar mi trabajo”.

“Durante mi etapa académica, practiqué el modelaje. He dominado está técnica, aunque no he llegado a la talla. Siempre he realizado bustos por encargo. En los últimos tiempos, he jugado con los elementos que iba encontrando. De este modo, he creado una serie de piezas: llaves escultóricas”.

“Tengo que preparar diariamente los trabajos que he de realizar. Nunca puedo acostarme sin haber hecho alguna pieza. He ido acumulando tantas que a mi mismo me sorprenden”.

“Mis guerreros nobles son una versión del sincretismo cultural que se ha operado. Cuando vi los grandes cuadros y batallas de Paolo Uccello, me interesó mucho. He parodiado eso para tener una fuente de apoyo que mezclar con la cultura precolombina. Unas figuras con estas indumentarias bastante sicóticas. Por otra parte trato de captar a diario la exuberancia de la fauna y la flora de esta parte de América, trasladando a mis lienzos toda clase de aves exóticas, animales y plantas de América Latina”.

“Cada día descubro un filón nuevo en la temática del realismo fantástico. Los colores me asombran porque juego un papel activista para mezclarlos y buscar perspectivas nuevas, ignorando los resultados. Cada una de mis obras es toda una aventura”.

Mejor alumno en Bellas Artes. Transitando hacia los sueños

“En mi familia hubo un gran espíritu de aprecio por las cosas del arte. Siempre estuve rodeado de objetos artísticos. Vengo de una tradición de artesanos, por parte de madre: del campo del tejido y todo lo relacionado con la artesanía para abastecer las necesidades de la indumentaria. Esa herencia la he recibido, con un sentido muy sensible para el color”.

“Cuando terminé el bachillerato, había una intención familiar para que ingresara en el Escuela Militar porque en ella, iba a tener una gran seguridad y estabilidad económica para el futuro. Pero no estaba interesado por la milicia y resolví por mi cuenta estudiar arte. Deseaba perfeccionar esa naturaleza que tenía para el dibujo, la pintura y la impresión”.

“Resolví ingresar en la Escuela Superior de Bellas Artes de Lima. Fui aceptado y allí estuve trabajando. Luego fui becado durante varios años y seguí avanzando en mis estudios, retando a los profesores, a quienes citaba como complemento a la creatividad, los experimentos del color, etc.…”

“Más adelante, mi profesor -después Director de la Escuela Superior- Juan Manuel Ugarte hizo una declaración asegurando que había sido el mejor alumno que había tenido en esa institución. Fue un tremendo orgullo escuchar eso de mi maestro”.

“Como en esa época no existían becas para el exterior, me apliqué en una para Colombia y fui aceptado. Me vine por cuenta propia, en una buseta, haciendo camino desde Lima. Y llegué a la Universidad Nacional de Colombia, donde hice mis estudios”, recuerda este veterano candidato al Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

“Quería perfeccionar mi sentido para el retrato. Iba totalmente predispuesto a indagar en ese ámbito. Me preparé académicamente y así he ido retratando a una serie de amigos”.

“Siempre dibujaba. Me perfeccioné en la Escuela Superior de Bellas Artes, y he seguido practicándolo. El dibujo es la esencia y el espíritu de una composición artística y de un cuadro, ya sea abstracto, expresionista, o de cualquier tipo”.

“He sido toda mi vida muy sincero con la gente. Tanto, que mi estudio está abierto los sábados para cuantos quieren venir. Jamás me he escondido en la penumbra, y pintado clandestinamente. Por eso, la obra artística de Armando Villegas no esconde ningún secreto. Es tal la magnitud de obras que tengo, que si en España un curador -de los excelentes que existen- viene a escogerlas, mi predisposición para mostrarlas es absoluta” concluye Armando Villegas.


Javier Julio García Miravete

Escribo luego existo. Me apasiona la cultura y soy un empedernido luchador contra la injusticia y la corrupción. Admiro la sabiduría de los demás y a cuantos crean para la construcción de un mundo mejor. No me duelen prendas para reconocer en los demás méritos y virtudes, que me gustaría aprender de ellos. Soy un rebelde con causa siempre abierto a nuevos caminos y empresas. Periodista amante de la ciencia, el arte, la literatura, la fotografía, el cine, la música, el coleccionismo, los libros y papeles antiguos que me permiten reconstruir perfiles e historias de otros tiempos. Sueño con proyectos magníficos que me desbordan y que no logro activar por desintereses políticos. Desde aquí impongo mis normas sin someterme a protocolos. Escribo lo que quiero como quiero e intento ser libre.

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